VERDADES Y MENTIRAS SOBRE LA
GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA
Edición del autor: JORGE RUBIANI
Este libro lo podrá adquirir a través de Portalguarani.com
Precio de venta: 70.000 Guaraníes
Consultas: info@portalguarani.com
GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA
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PRESENTACION
** "No queramos escribir y oscurecer el pasado para disculpar el presente. No alteremos la verdad de ayer para desfigurar la verdad de hoy". - JUAN BAUTISTA ALBERDI
** La Historia se debe al rigor. A la necesidad de ser precisa. En lo posible, justa. Pues si incide en la memoria colectiva e inevitablemente ayuda a construir las identidades simbólicas de los pueblos, la responsabilidad de escribirla obliga la inquietud por la verdad. La Historia hace imprescindible abordar los hechos desde la perspectiva más cercana a los fenómenos que les dieron origen. De los que los entornaron. Apegados siempre a consagrar valores y merecimientos sin importar el bando al que pertenecieran los protagonistas.
** Y si enaltecidas algunas gestas, será porque dieron lugar a la conquista de la libertad, a la erradicación de la ignorancia; a la formación de instituciones democráticas o a cualquier otro objetivo logrado en beneficio de un pueblo y en medio de grandes penalidades. O porque sus actores fueran personas altruistas, honorables, que amaron a su gente y sostuvieron elevadas consignas morales. Pero aquel mismo código, debería inducir también a otorgar iguales condenas a pecados similares.
** En ningún otro hecho de la HISTORIA DEL PARAGUAY sin embargo, fue concertada una selección tan cuidadosa de "virtudes" o "pecados" como en la Guerra de la Triple Alianza. Y como en ningún otro, fueron consagrados o condenados sus protagonistas de acuerdo al bando que pertenecieran. Traidores o patriotas según la causa que defendieran. El bronce o el escarnio de acuerdo al criterio de los que escribieran las crónicas. Tanto que la lectura de la inmensa cantidad de impresos sobre la contienda pareciera enfrentarnos a hechos distintos. Ocurridos lejos unos de otros. En el tiempo y en el espacio.
** En algunos de ellos, no hubo defectos o yerros que no fueran exagerados; como virtudes que no se elevaran hasta las "alturas de la gloria". El detalle apuntaló los enconos de cada partido e indujo a casi los mismos vicios en el bando opuesto.
** Es inevitable concluir entonces que, más allá de la guerra misma y sus graves secuelas, la Guerra de la Triple Alianza es un capítulo no resuelto en los países protagonistas de la contienda. Y revela claramente, un tratamiento desfigurado y parcial, muchas veces inexacto del tema. Que no dejó conclusiones claras ni lecciones aprendidas. Prueba de ello es que sigue el debate con el aporte de las mismas contradicciones e imprecisiones que al principio. Siguen vigentes los motivos de aquella insensata confrontación y continúa el reclamo airado de los países de la región y el resto de América, sobre cualquier despojo que sufrieran en el pasado. Pero que encuentran legítimas e innegociables las conquistas exitosas que ellos mismos emprendieron.
** Inmersos en esta incoherencia, repiten el modelo anacrónico que dicen, o dijeron, combatir. Todo en nombre de la patria, de la civilización y en detrimento de las otras patrias que sufrieron la derrota y sus nefastas consecuencias.
(Este trabajo está basado en la obra de Jorge Rubiani: "LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA", publicada por el diario ABC Color -en formato fascículo- a partir del 18 de Marzo de 2000, al 1º de Marzo de 2001).
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SUMARIO – PRESENTACION
I* PRESUNCIONES SOBRE LAS CAUSAS GENERALES DE LA GUERRA: Listado de acusaciones / Razones para la guerra / Las causas aparentes
1. Armamentismo o "militarización" del Paraguay: Paraguay no era una potencia militar / Memoria Secreta / La fuerza naval / La artillería / La caballería / "Tecnología de la crisis"
2. Necesidad de "liberar" al Paraguay
3. Necesidad de "civilizar" al Paraguay
II* CONTRIBUCIÓN QUE CADA SIGNATARIO DEL "TRATADO SECRETO" APORTÓ A LAS CAUSAS DE LA GUERRA
1. Motivos de la Argentina: Eliminar la preponderancia de López / Desorientar -o mentir- a López con la "impecable neutralidad"
2. Motivos del Brasil: La crisis del Uruguay / El "misterioso odio" de Pedro II
3. Motivos del Uruguay
4. ¿Cuál fue el papel de Gran Bretaña? / Los ingleses y el Brasil / Los ingleses y la Argentina / Los ingleses y el Uruguay
5. El Tratado Secreto y su contenido
III. CAUSAS QUE OTORGÓ EL PARAGUAY PARA EL INICIO DE LA GUERRA
1. Las agresiones a Brasil y Argentina "sin declaración de guerra": La captura del "Marqués de Olinda" / La invasión a Corrientes
2. ¿Porqué "se metió" en el conflicto uruguayo?
3. La falta de estructura de Estado
IV. ERRORES DEL MARISCAL FRANCISO SOLANO LÓPEZ DURANTE EL CURSO DE LA GUERRA: El error más grave / El Estado Mayor aliado
1. ¿Porqué no completó la adquisición de pertrechos y armamentos antes del inicio del conflicto?
2. Llevó al Paraguay a una guerra suicida
3. ¿Porqué no accedió a la paz?
4. ¿Porqué no sufrió las mismas penurias que su ejército?
5. ¿Porqué siguió la lucha después de Lomas Valentinas?
6. ¿Porqué hizo pelear a los niños?
7. ¿Porqué fuera de Lomas Valentinas y Cerro Corá, no participó de otras batallas?
8. Que huyó sano aun, de Cerro Corá
V. IMPUTACIONES A LOPEZ SOBRE SU CONDUCTA PERSONAL
1. "Generalito" a los 18 años
2. Tiránico. Mandó a matar y torturar: Los tiranos amigos / Tiránica democracia / Drástica mudanza
3. Menosprecio a la vida de sus soldados: Morir con disciplina / "Planchadas" brasileñas
4. Admitió influencias indebidas de su "querida"
5. Envió fondos del Estado al exterior, consignados a su "querida": Hostilidades en Asunción
6. Regaló a "su querida", 3105 leguas del mismo territorio que decía defender
VI. RESUMEN FINAL
1. Consecuencias
2. Conclusión: La construcción del mito / ¿Valió la pena?
VII. ANEXOS: Distintas opiniones sobre la guerra, sobre el Mariscal, sobre el Paraguay y los aliados.
BIBLIOGRAFIA - SUMARIO
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I. PRESUNCIONES GENERALES
SOBRE LAS CAUSAS DE LA GUERRA
** Las crónicas que señalan las causas de la Guerra de la Triple Alianza han tenido -casi siempre- al mariscal Francisco Solano López, como sujeto de la mayoría de las acusaciones. Aunque el interés de colocarlo en primer plano para enfatizar sus culpas o disculpar sus errores, hizo que se desdibujaran las verdaderas razones del conflicto.
** Parangonado a un siniestro `Atila sudamericano", el Mariscal paraguayo se convirtió en la pista más segura para encontrar los hilos que condujeran aquel desastre. La versión se propagó desde las primeras crónicas conocidas tras su conclusión y fueron legitimadas por el eco del bando ausente. Por alguna razón Juan Bautista Alberdi sentenció que "...los triunfadores escribieron la historia y decidieron que iba y que no iba en los textos". Y a cargo de todas las versiones escuchadas y difundidas, se justificaron descalificando al adversario.
** Debe hacerse notar por lo mismo, que toda visión sin contrapesos ni contrastes, inducirá siempre a trasponer el andarivel que delimita la verdad de la fantasía. Porque a nadie pudo haber escapado entonces que no hubo "lopiztas" en la pos guerra. Que la única fuente de información nunca pudo ser contrastada y que mal podrían hacerlo los que, penosamente, se reagrupaban en los poblados devastados con el ilusorio intento de recuperar propiedades y pertenencias.
** Porque si los paraguayos sufrieron la guerra y sus secuelas, en su condición de prisioneros en su propia tierra padecieron también la de derrotados. Esa escala social que se deriva de todo enfrentamiento armado y en la que nunca es posible encontrar quien tenga interés en debatir los detalles de su infortunio.
** Y fue así hasta bien iniciado el siglo XX, más de 30 años después.
LISTADO DE ACUSACIONES
** Compilado de muchas fuentes -paraguayas y extranjeras- el listado de acusaciones a López es extenso y resulta difícil encontrar respuestas a todos los cuestionamientos. Muchos de ellos carecen de sustento lógico ni explicación posible. Los que fueron transmitidos de boca en boca habrían sufrido alteraciones de una generación a otra. La fantasía suplió en otros casos lo que el tiempo sustrajo de la mente. Es evidente también que algunas acusaciones son inexcusablemente certeras y las críticas, absolutamente justificadas y legítimas.
** Pero en el tratamiento de la guerra en general, hubo abundancia de adjetivos y análisis reduccionista. En el caso de los que especularon que todos los paraguayos o residentes en el Paraguay habían seguido a López, no repararon en el hecho que nadie haría lo que el pueblo guaraní sólo por seguir a un caudillo. Los autores de elucubraciones tan simples, nunca pensaron que existirían algún sentido de compromiso colectivo y una clara conciencia de responsabilidad social. Que el Paraguay era una entidad nacional con "orgullo de ser" desde la primera centuria del tiempo colonial. Que sus habitantes ejercitaban sentimientos de pertenencia que no tenían otras naciones del Plata. Y por último, que aquel linaje de "familias descalzas" estaría dispuesto a responder con dignidad a la afrenta que, una vez mas, se le planteaba desde el Sur. A través de los que -desde la colonia- habían sido empecinadamente hostiles a cualquier intento de los paraguayos, de husmear el mundo por sobre sus impedimentos.
** "No en una ocasión sino en varias, en el curso de aquella larga retirada -escribe Arturo Bray- hizo saber el mariscal al pueblo sus deseos y hasta sus órdenes de que mujeres y niños dejaran de marchar en pos de sus ejércitos, intimándoles a que hicieran alto y allí esperaran la llegada de las tropas brasileñas, en cuya generosidad les instaban confiasen... "(1). Y pocas veces y muy pocos, aceptaron la oferta.
** De esto mismo se trató también el reclamo que el periodista uruguayo Juan Carlos Gómez, hizo al -ya ex mandatario argentino- Mitre, durante una polémica de prensa mantenida entre ambos, hacia finales de 1869: "Con el argumento (...) de las crudezas que la guerra feroz desató, no se justifica ni atenúa, el proyectado desmantelamiento de un solar étnico. ¡Ahogar en llanto a una raza, haber intentado extinguir su nombre!... ¡esa es la arista mas bárbara, la mas bárbara, de la Guerra del Paraguay!" (2).
** Muchos de los juicios y condenas al Mariscal se debieron a sus víctimas. Quienes además de sufrir la guerra, fueron implicadas en conspiraciones o acusadas de traición a la patria. O por ser amigos, simples parientes o accidentales interlocutores de los acusados. Y que por cualquiera de estos motivos, fueron vejadas y torturadas.
** Pero apenas finalizada la contienda, aquellas víctimas elevaron sus padecimientos o los de sus familiares, al pedestal de causa nacional. "López fue un tirano porque mató a mi padre". En la simple definición, la sentencia. Aunque también debe señalarse que la gran mayoría de los incidentes que motivaron estas expresiones, sobrevinieron ya bien promediada la guerra y nunca pudieron provocarla.
** No obstante, si justificadas la indignación y anhelos de justicia de aquellos damnificados, no es razonable que la historia de una nación se reduzca a los padecimientos de algunas familias. O que víctimas y descendientes conviertan sus penurias en excusa para promover la "lucha por la libertad" de cuya consecuencia -precisamente- los paraguayos postergaran su conquista por mucho tiempo mas. O como pretexto para el "acceso a la civilización", mientras se rapiñaban y destruían los vestigios del arduo esfuerzo realizado en los años precedentes para radicarla en el país.
** Porque aunque justas aquellas reivindicaciones, no ha sido menos justificado el dolor de quienes arriesgaron la vida en los esteros y en las trincheras para que después fueran testigos de las lisonjas y honores prodigados a los que se habían empeñado en el exterminio del Paraguay. Y que para consumarlo, fueron mucho mas allá de lancear inocentes.
** La prueba es tan contundente como simple: al término de la guerra, con López muerto y la campaña "por la libertad y la civilización" ya concluida, había que aplicarse a cumplimentar el Protocolo Anexo del Tratado Secreto: recoger el botín. En el reparto de aquellos despojos remanentes del pillaje mayor ya consumado, libertarios y liberticidas realizaron una solidaria y provechosa tarea conjunta para completar la devastación.
** Y para colaborar en aquel menester, no importaba que alguno fuera "soldado de López" o de "la libertad".
RAZONES PARA LA GUERRA
** Si fuera posible determinar las verdaderas causas de la guerra, muy pocas serían atribuibles al Paraguay o a su gobierno. Los distintos factores que la provocaron se diluyen en acontecimientos aun anteriores a la Independencia de Mayo de 1811, excediendo por lo tanto las penurias de familias, intereses de grupos o conveniencias de partidos.
** Algunas fueron presentadas como desencadenantes del incendio. Éstas, las llamadas causas aparentes, nunca llevaron tanto combustible como para encender el fuego. Las causas reales SI. Tanto que debieron permanecer ocultas. Secretas como el tratado que iba concertándose también secretamente.
** Porque la guerra obedeció a un plan concebido meticulosamente. Urdido lejos de la luz pública y que como uno de sus componentes esenciales, buscó herir al Mariscal para que efectivamente, él proveyera los motivos. Y logrado este propósito, la ofuscada reacción del Jefe paraguayo, su falta de aplomo, su carencia de alternativas y la ausente capacidad de Estado del Paraguay, fueron evidenciadas por una- continua y persistente tarea de propaganda de sus enemigos. Enredado en este juego, López fue crucificado con las culpas de la guerra.
** Aquel plan fue concebido de esta manera porque ninguno de los aliados habría querido asumir simplemente que el Paraguay, con la excusa de su mal gobierno, era una molestia a eliminar.
LAS CAUSAS APARENTES
** Además de lo que fue calificada como provocación de López: la captura del buque brasilero "Marqués de Olinda" y la invasión a Corrientes, los motivos esgrimidos frecuentemente en los medios aliados para justificar la guerra, fueron básicamente tres:
· Armamentismo o militarización del “Atila de América”.
· Necesidad de "civilizar" al Paraguay; y
· Liberarle de la dictadura.
(1) Bray, A., “Solano López, soldado de la gloria y el infortunio”, pág. 384.
(2) Juan Carlos Gómez al general Bartolomé Mitre, a finales de 1869.
Texto citado por Luis A. de Herrera, en el “Drama del `65”
** Parangonado a un siniestro `Atila sudamericano", el Mariscal paraguayo se convirtió en la pista más segura para encontrar los hilos que condujeran aquel desastre. La versión se propagó desde las primeras crónicas conocidas tras su conclusión y fueron legitimadas por el eco del bando ausente. Por alguna razón Juan Bautista Alberdi sentenció que "...los triunfadores escribieron la historia y decidieron que iba y que no iba en los textos". Y a cargo de todas las versiones escuchadas y difundidas, se justificaron descalificando al adversario.
** Debe hacerse notar por lo mismo, que toda visión sin contrapesos ni contrastes, inducirá siempre a trasponer el andarivel que delimita la verdad de la fantasía. Porque a nadie pudo haber escapado entonces que no hubo "lopiztas" en la pos guerra. Que la única fuente de información nunca pudo ser contrastada y que mal podrían hacerlo los que, penosamente, se reagrupaban en los poblados devastados con el ilusorio intento de recuperar propiedades y pertenencias.
** Porque si los paraguayos sufrieron la guerra y sus secuelas, en su condición de prisioneros en su propia tierra padecieron también la de derrotados. Esa escala social que se deriva de todo enfrentamiento armado y en la que nunca es posible encontrar quien tenga interés en debatir los detalles de su infortunio.
** Y fue así hasta bien iniciado el siglo XX, más de 30 años después.
LISTADO DE ACUSACIONES
** Compilado de muchas fuentes -paraguayas y extranjeras- el listado de acusaciones a López es extenso y resulta difícil encontrar respuestas a todos los cuestionamientos. Muchos de ellos carecen de sustento lógico ni explicación posible. Los que fueron transmitidos de boca en boca habrían sufrido alteraciones de una generación a otra. La fantasía suplió en otros casos lo que el tiempo sustrajo de la mente. Es evidente también que algunas acusaciones son inexcusablemente certeras y las críticas, absolutamente justificadas y legítimas.
** Pero en el tratamiento de la guerra en general, hubo abundancia de adjetivos y análisis reduccionista. En el caso de los que especularon que todos los paraguayos o residentes en el Paraguay habían seguido a López, no repararon en el hecho que nadie haría lo que el pueblo guaraní sólo por seguir a un caudillo. Los autores de elucubraciones tan simples, nunca pensaron que existirían algún sentido de compromiso colectivo y una clara conciencia de responsabilidad social. Que el Paraguay era una entidad nacional con "orgullo de ser" desde la primera centuria del tiempo colonial. Que sus habitantes ejercitaban sentimientos de pertenencia que no tenían otras naciones del Plata. Y por último, que aquel linaje de "familias descalzas" estaría dispuesto a responder con dignidad a la afrenta que, una vez mas, se le planteaba desde el Sur. A través de los que -desde la colonia- habían sido empecinadamente hostiles a cualquier intento de los paraguayos, de husmear el mundo por sobre sus impedimentos.
** "No en una ocasión sino en varias, en el curso de aquella larga retirada -escribe Arturo Bray- hizo saber el mariscal al pueblo sus deseos y hasta sus órdenes de que mujeres y niños dejaran de marchar en pos de sus ejércitos, intimándoles a que hicieran alto y allí esperaran la llegada de las tropas brasileñas, en cuya generosidad les instaban confiasen... "(1). Y pocas veces y muy pocos, aceptaron la oferta.
** De esto mismo se trató también el reclamo que el periodista uruguayo Juan Carlos Gómez, hizo al -ya ex mandatario argentino- Mitre, durante una polémica de prensa mantenida entre ambos, hacia finales de 1869: "Con el argumento (...) de las crudezas que la guerra feroz desató, no se justifica ni atenúa, el proyectado desmantelamiento de un solar étnico. ¡Ahogar en llanto a una raza, haber intentado extinguir su nombre!... ¡esa es la arista mas bárbara, la mas bárbara, de la Guerra del Paraguay!" (2).
** Muchos de los juicios y condenas al Mariscal se debieron a sus víctimas. Quienes además de sufrir la guerra, fueron implicadas en conspiraciones o acusadas de traición a la patria. O por ser amigos, simples parientes o accidentales interlocutores de los acusados. Y que por cualquiera de estos motivos, fueron vejadas y torturadas.
** Pero apenas finalizada la contienda, aquellas víctimas elevaron sus padecimientos o los de sus familiares, al pedestal de causa nacional. "López fue un tirano porque mató a mi padre". En la simple definición, la sentencia. Aunque también debe señalarse que la gran mayoría de los incidentes que motivaron estas expresiones, sobrevinieron ya bien promediada la guerra y nunca pudieron provocarla.
** No obstante, si justificadas la indignación y anhelos de justicia de aquellos damnificados, no es razonable que la historia de una nación se reduzca a los padecimientos de algunas familias. O que víctimas y descendientes conviertan sus penurias en excusa para promover la "lucha por la libertad" de cuya consecuencia -precisamente- los paraguayos postergaran su conquista por mucho tiempo mas. O como pretexto para el "acceso a la civilización", mientras se rapiñaban y destruían los vestigios del arduo esfuerzo realizado en los años precedentes para radicarla en el país.
** Porque aunque justas aquellas reivindicaciones, no ha sido menos justificado el dolor de quienes arriesgaron la vida en los esteros y en las trincheras para que después fueran testigos de las lisonjas y honores prodigados a los que se habían empeñado en el exterminio del Paraguay. Y que para consumarlo, fueron mucho mas allá de lancear inocentes.
** La prueba es tan contundente como simple: al término de la guerra, con López muerto y la campaña "por la libertad y la civilización" ya concluida, había que aplicarse a cumplimentar el Protocolo Anexo del Tratado Secreto: recoger el botín. En el reparto de aquellos despojos remanentes del pillaje mayor ya consumado, libertarios y liberticidas realizaron una solidaria y provechosa tarea conjunta para completar la devastación.
** Y para colaborar en aquel menester, no importaba que alguno fuera "soldado de López" o de "la libertad".
RAZONES PARA LA GUERRA
** Si fuera posible determinar las verdaderas causas de la guerra, muy pocas serían atribuibles al Paraguay o a su gobierno. Los distintos factores que la provocaron se diluyen en acontecimientos aun anteriores a la Independencia de Mayo de 1811, excediendo por lo tanto las penurias de familias, intereses de grupos o conveniencias de partidos.
** Algunas fueron presentadas como desencadenantes del incendio. Éstas, las llamadas causas aparentes, nunca llevaron tanto combustible como para encender el fuego. Las causas reales SI. Tanto que debieron permanecer ocultas. Secretas como el tratado que iba concertándose también secretamente.
** Porque la guerra obedeció a un plan concebido meticulosamente. Urdido lejos de la luz pública y que como uno de sus componentes esenciales, buscó herir al Mariscal para que efectivamente, él proveyera los motivos. Y logrado este propósito, la ofuscada reacción del Jefe paraguayo, su falta de aplomo, su carencia de alternativas y la ausente capacidad de Estado del Paraguay, fueron evidenciadas por una- continua y persistente tarea de propaganda de sus enemigos. Enredado en este juego, López fue crucificado con las culpas de la guerra.
** Aquel plan fue concebido de esta manera porque ninguno de los aliados habría querido asumir simplemente que el Paraguay, con la excusa de su mal gobierno, era una molestia a eliminar.
LAS CAUSAS APARENTES
** Además de lo que fue calificada como provocación de López: la captura del buque brasilero "Marqués de Olinda" y la invasión a Corrientes, los motivos esgrimidos frecuentemente en los medios aliados para justificar la guerra, fueron básicamente tres:
· Armamentismo o militarización del “Atila de América”.
· Necesidad de "civilizar" al Paraguay; y
· Liberarle de la dictadura.
(1) Bray, A., “Solano López, soldado de la gloria y el infortunio”, pág. 384.
(2) Juan Carlos Gómez al general Bartolomé Mitre, a finales de 1869.
Texto citado por Luis A. de Herrera, en el “Drama del `65”
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