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viernes, 17 de julio de 2009

WILLIAM E. BARRETT

OBRA: "UNA AMAZONA - LA APASIONANTE BIOGRAFÍA DE MADAME LYNCH Y SOLANO LÓPEZ"
por WILLIAM E. BARRETT
Editorial Servilibro, Asunción-Paraguay 2003 (411 páginas)
Edición al cuidado de Vidalia Sánchez
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PREFACIO
PARAGUAY ES EL PAÍS DE LA PROFECÍA.
** Una de las dos naciones más pequeñas del continente americano, fué el primer Estado comunista americano, el primer país americano gobernado por un dictador absoluto (en el sentido moderno de la palabra) y en 1936 -un año antes del golpe brasileño- el Paraguay se convirtió en Estado totalitario con un gobierno de forma fascista.
** En 1864, mientras los Estados Unidos estaban librando la guerra de secesión, el Paraguay produjo la Guerra Mundial de 1914-1918 en miniatura; un cuadro profético de la Gran Guerra que debía llegar. Frente a tres enemigos, identificados por la prensa como "los aliados", el Paraguay halló necesario cometer "ultrajes" contra la navegación para contrarrestar un bloqueo que lo había forzado a la producción de ropas y alimentos sintéticos. El dictador del Paraguay, Francisco S. López, hizo que uno de sus enemigos más poderosos le declarase la guerra cuando cruzó, a sugestión de Elisa Lynch, su amante, el territorio de un país neutral para ir al encuentro de un beligerante. López, luchando contra una superioridad abrumadora, recurrió a la guerra de trincheras y, en preparación de una retirada inevitable, construyó una "Línea Hindenburg" de trincheras en tres filas paralelas, siendo cada trinchera vulnerable al fuego de la que estaba inmediatamente detrás.
Inevitablemente, también, los aliados resultaron victoriosos y los términos de la paz fueron un preanuncio de Versalles. La nación conquistada fué desarmada, ocupada, sojuzgada, obligada a observar el desarme y los tratados de fronteras durante cierto tiempo, y arruinada económicamente.
** Elisa Lynch sigue siendo la única profecía que no se ha cumplido. El raro talento que poseyó nunca podría haber sido empleado en provecho propio; lo tuvo en depósito para el hombre que podía mandarlo. Sin ella, López era errante e indeciso, a pesar de sus grandes dotes para el comando; con ella, llegó a ser un arma perfectamente equilibrada que arrojó una sombra sobre la América del Sur.
** Hay en el Paraguay muchas historias que merecerían la pena de contarse. Hay drama en el Estado comunista de los jesuitas, un Estado sin impuestos en el cual todo ser humano recibía lo necesario para vivir sencillamente y donde no existía la presión de la competencia. Hay drama en la historia de los gobernadores españoles que se apoderaron del exceso de la producción sobre el consumo, lo emplearon para la exportación y cobraran las ganancias en oro; oro que prefirieron conservar en la América del Sur para una nueva aristocracia española, antes que enviarlo a la vieja España. Luego Francia, el dictador mestizo "sin pasión humana y sin vicio humano, salvo el vicio de Lucifer, la soberbia", que hizo una escabel de la Iglesia, del Estado y de la dignidad humana.
** Esas historias podrían contarse y deberían contarse, pero la que importa en la historia del Paraguay, por haber afectado el destino de toda la América del Sur, es la historia de Francisco Solano López.
** Los años que precedieron a López prepararon su llegada; los años que le siguieron, pagaron el precio de que él haya vivido. Esta es la historia de Francisco S. López y de Elisa Alicia Lynch. La historia del uno no puede contarse sin la de la otra y viceversa. Construyeron juntos en los años de paz y cabalgaron juntos por los años de una guerra increíble. En la epopeya sangrienta de Francisco S. López, Elisa Lynch compartió tanto la autoridad como la responsabilidad y Héctor Varela la describe acertadamente citando dice que es "una hermosa pecadora ligada íntimamente a hechos calamitosos”.
** El escritor de una narración histórica incurre en deudas innumerables en el curso de su obra; su principal obligación es con la propia Historia.
** En la preparación de "UNA AMAZONA" he descartado muchas leyendas románticas que hubieran entusiasmado al novelista, pero que hubiesen ultrajado a la verdad. Al escribir esta obra me he mantenido fiel al tiempo, al lugar y a la ilación; en ningún caso he tergiversado el verdadero orden cronológico de los acontecimientos para obtener un efecto dramático. Teniendo presente 14 declaración del general McMahon: "Nunca ha habido una guerra sobre la cual se haya mentido tanto como sobre la guerra del Paraguay", y la frase de Hilaire Belloc: "La historia legible es melodrama", me he documentado mucho más de lo que se acostumbra para una obra de esta naturaleza y me he esforzado por mantener lejos de un material melodramático, la calamidad de un estilo melodramático.
** No me he alistado entre los defensores ni entre los atacantes de Francisco S. López y Elisa Lynch. He tratado, primero, de comprenderles, y luego, de reunir mi material en tal forma como para poder comunicar mi comprensión de ellos al lector. Si surgen de mi libro como seres humanos y si despiertan interés por la colorida y asombrosa historia de las naciones sudamericanas, estaré más que satisfecho.
** Reconozco mi deuda y expreso mi más sincero agradecimiento a la Biblioteca del Congreso y a los numerosos miembros de su personal que me prestaron una ayuda tan valiosa. Deseo también dar gracias a la Biblioteca Ibero Americana de la Universidad Católica por las grandes facilidades puestas a mi disposición y por el permiso para examinar muchos ejemplares raros de la Colección de Lima; a la Biblioteca de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional que me concedió el acceso a mucho material imposible de conseguir en otra parte y en condiciones que hicieron que la investigación resultase sumamente agradable.
** Con las siguientes personas tengo una deuda especial de gratitud: Mr. William Louis Dunne, que conoce a la América del Sur también como a los Estados Unidos y que compartió su correspondencia y sus recuerdos con generosidad ilimitada; Mr. Charles Gauld, de la Universidad de California, cuya eficaz ayuda resultó inapreciable en la traducción de muchos papeles y documentos; Mr. Paul McNeil, director de la Colección de Lima, cuyo amistoso interés no estuvo limitado a las horas de trabajo; Mrs. Florence Jackson Stoddard, que conoció a los hijos de Francisco S. López y Elisa Lynch en Buenos Aires y que contribuyó con muchas anécdotas y episodios de sus recuerdos personales y de su correspondencia; y con todos aquellos, anónimos por pedido, que generosamente me permitieron examinar la correspondencia privada de alguien que desempeñó un papel vital en el drama de "Una Amazona". WILLIAM E. BARRETT

1 comentario:

  1. Yo lo leí, es un muy buen libro. Relata con bastante fidelidad los hechos de la Guerra de la Triple Alianza en formato de novela.

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